AGUADILLA, PINTORESCO PAISAJE DE MAR Y MONTAÑA
Haydée E. Reichard de Cancio Ph.D
Desde los comienzos de la conquista por esta bella y hermosa bahía miles de navíos, flotas. Venían en busca de agua fresca y alimentos y al encontrar tan bello se enamoraban de “Guada”, que en el idioma indio quiere decir “jardín”, y aquí se quedaban muchos de los marineros, pasajeros, aventureros que venían buscando en el Nuevo mundo un lugar dónde hacer su lar.
En su viaje a Puerto Rico Fray Iñigo Abbad a escribió:” Luego de la quebrada de los Cedros hay otras dos leguas de montaña…hasta llegar a la cuesta del Jaicoa, desde la cual se descubre el Mar del Norte y Poniente, pues dobla la isla su costa desde el cabo de Borinquen en que termina la montaña de Jaicoa.
Debajo se encuentra la nueva población de Aguadilla….quedando situado a lo largo del puerto un angosta playa formada de mar y la montaña, cuya disposición es la más deliciosa y chocante que puede idear la mas gallarda fantasía.”
El autor nos describe la cantidad de peces, comestibles y en pocas horas el pueblo se convierte en una amena feria que dura varios días. “ La abundancia de víveres la humanidad y buen trato que encuentran los pasajeros y flotistas españoles en los isleños de Puerto rico, la situación deliciosa del terreno, y el fastidio del viaje inclina a todos aquellos , que solo se embarcan por ir a las Indias , a quedarse en este primer puerto.”
Fue esa “Amada ribera nativa
Que luces las joyas del monte y del mar…” José de Jesús Esteves, la que enamoró a Francisco de Iracheta, natural del municipio de Trinidad, Provincia de Las Villas, de cuba a escribir el bello poema AGUADILLA.
Francisco Iracheta, poeta, pro español, corresponsal del periódico El Telégrafo, cubano, para l891’5 era uno se los más afamados poetas trinitarios que estaban interesados en la cultura de su pueblo. El junto a un grupo de poeta de la época como Fernando Echemendía se iban a la Plaza de Carillo, en el Municipio de Trinidad, Cuba a soñar y buscar soluciones a los problemas que vivía en aquellos momentos difíciles los cubanos.
El 25 de febrero de l895, a bordo del vapor español “Miguel Jover”, que iba hacia la Madre Patria escribió esta inspirada composición a la bella Aguadilla. Ciudad que visitó por tres días y le robó el corazón.
Un mes más tarde fue publicado este poema descriptivo e histórico en el diario de la Capital, El Buscapié, entonces dirigido por do Manuel Fernández Juncos.
La Aguadilla de mediados del siglo XVI, vista por un pintor catalán. El óleo original se encuentra en Barcelona y es propiedad de la Familia Amell
Haydée E. Reichard de Cancio Ph.D
Desde los comienzos de la conquista por esta bella y hermosa bahía miles de navíos, flotas. Venían en busca de agua fresca y alimentos y al encontrar tan bello se enamoraban de “Guada”, que en el idioma indio quiere decir “jardín”, y aquí se quedaban muchos de los marineros, pasajeros, aventureros que venían buscando en el Nuevo mundo un lugar dónde hacer su lar.
En su viaje a Puerto Rico Fray Iñigo Abbad a escribió:” Luego de la quebrada de los Cedros hay otras dos leguas de montaña…hasta llegar a la cuesta del Jaicoa, desde la cual se descubre el Mar del Norte y Poniente, pues dobla la isla su costa desde el cabo de Borinquen en que termina la montaña de Jaicoa.
Debajo se encuentra la nueva población de Aguadilla….quedando situado a lo largo del puerto un angosta playa formada de mar y la montaña, cuya disposición es la más deliciosa y chocante que puede idear la mas gallarda fantasía.”
El autor nos describe la cantidad de peces, comestibles y en pocas horas el pueblo se convierte en una amena feria que dura varios días. “ La abundancia de víveres la humanidad y buen trato que encuentran los pasajeros y flotistas españoles en los isleños de Puerto rico, la situación deliciosa del terreno, y el fastidio del viaje inclina a todos aquellos , que solo se embarcan por ir a las Indias , a quedarse en este primer puerto.”
Fue esa “Amada ribera nativa
Que luces las joyas del monte y del mar…” José de Jesús Esteves, la que enamoró a Francisco de Iracheta, natural del municipio de Trinidad, Provincia de Las Villas, de cuba a escribir el bello poema AGUADILLA.
Francisco Iracheta, poeta, pro español, corresponsal del periódico El Telégrafo, cubano, para l891’5 era uno se los más afamados poetas trinitarios que estaban interesados en la cultura de su pueblo. El junto a un grupo de poeta de la época como Fernando Echemendía se iban a la Plaza de Carillo, en el Municipio de Trinidad, Cuba a soñar y buscar soluciones a los problemas que vivía en aquellos momentos difíciles los cubanos.
El 25 de febrero de l895, a bordo del vapor español “Miguel Jover”, que iba hacia la Madre Patria escribió esta inspirada composición a la bella Aguadilla. Ciudad que visitó por tres días y le robó el corazón.
Un mes más tarde fue publicado este poema descriptivo e histórico en el diario de la Capital, El Buscapié, entonces dirigido por do Manuel Fernández Juncos.
La Aguadilla de mediados del siglo XVI, vista por un pintor catalán. El óleo original se encuentra en Barcelona y es propiedad de la Familia Amell
Saludos. Muy interesante su historia. Me agradaria mucho saber el origen o lo que significa Jaicoa. Pues le he puesto dicho nombre a mi hijo. y quiero que el conosca la historia de su numbre. Él parece un indiecito. y tiene el mismo espiritu luchador.
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