EL LEVANTAMIENTO Esclavista DE AGUADILLA"
La Revolución francesa de 1789 inicia una serie de sucesos a nivel mundial que causo grandes cambios sociales, raciales y económicos.
En Haití los esclavos bajo el mando del Papalua Boukman se levantaron contra el régimen trances, y antorchas en manos incendiaron las plantaciones de los blancos en el Guarico Francés.
Cientos de franceses y españoles huyeron de Haití y Santo Domingo. Muchos llevaron consigo capital y sus fieles esclavos.
Las plantaciones de azúcar de la colonia azucarera más rica de América quedaron hechas cenizas.
La industria sacarina que había estado en decadencia en la Isla de Puerto Rico sufrió un cambio fundamental. Al detenerse la producción de azúcar en Saint Dominique se creo una falta de azúcar en el mercado mundial y un alza en su precio.
España había abolido el monopolio mercantil y buques norteamericanos comenzaron a utilizar temporeramente el puerto de la Habana y luego el de P.R. Para la Isla representaba una vía hacia el progreso. Se intercambiaban harinas, maderas, tejidos y negros esclavos por mieles, azúcar y café.
Mientras la Revolución Haitiana bajo el mando de Joussaint L'Ouverture reconstruya su gobierno, otras islas vecinas buscaban imitarla rebelándose los esclavos en Santa Lucía, Guadalupe, Cuba y Venezuela. El temor de que en algún momento lo mismo aconteciera en Puerto Rico creó lo que se conoce como el "síndrome haitiano".
El Gobernador de la Isla don Ramón de Castro tomó serias precauciones y se redoblo la vigilancia en los puertos.
Los propietarios de haciendas fueron alertados a tener en sus casas machetes, escopetas, cuchillos por si se rebelaban los negros.
Muchos de los emigrados de Haití y Santo Domingo se refugiaron en la Isla, estableciendo residencia en la parte noroeste de Puerto Rico, región de Aguadilla.
En octubre de 1795 se produjo una insurrección en Aguadilla. En 1800 al solicitar el cargodeTeniente a Guerra, Conti agrego:
"En el ano '95 se formo en aquel Pueblo (Aguadilla) una conspiración de negros esclavos que a imitación de los del Guarico, colonia francesa, trataban de asesinar a media noche
a todos los blancos; pero sus acertadas providencias (las de Conti) continuas fatigas en noches enteras, lograron disiparlas con la muerte del negro principal promover, y prisión de veintiuno de los demás cómplices..." ("Primeras Resonancias de la Revolución Haitiana en Puerto Rico, 1791-1795" A. Morales Carrión.
En 1809 don Andrés de la Rosa, un rico hacendado aguadillano, comunico a los dos alcaldes ordinarios de San Juan, don Pedro Irizarry y don Fernando Dávila que en el distrito de la villa y en las inmediaciones de Aguadilla, "se había propagado unas voces entre diferentes mulatos y negros esclavos de que había venido a esta Isla una real Cedula en que su Majestad concedía libertad a todos los referidos esclavos, la que se había ocultado por parte del gobierno y demás magistrados, por que se trataba de reunirse un numero de ellos para presentar al gobierno y reclamar la libertad" ("La Revolución Haitiana y el Movimiento Antiesclavista en Puerto Rico", Dr. A. Morales Carrión.
Don Andrés levanta una querella para encontrar a los culpables y considero como "perversa cizañita sembrada acaso por algunos de nuestros enemigos encubiertos" y se daba el serial de alerta para que se lograra extinguir el principio de perturbación si hubiese llegado a la ciudad" (Actas del Cabildo de San Juan 1809-10) San Juan.
Aguadilla volvía a ser centro de rebelión. Era conocido que el gobierno haitiano solfa enviar agentes para sublevar los esclavos en las haciendas de la Isla, como lo había hecho en las islas vecinas.
El síndrome haitiano no fue otra cosa que el temor a que algún día el negro se levantara contra el blanco, y terminara con sus vidas, poderío y haciendas. Fue en parte ese miedo el que ayudo a fortalecer el pensamiento abolicionista entre los hacendados.
La Revolución francesa de 1789 inicia una serie de sucesos a nivel mundial que causo grandes cambios sociales, raciales y económicos.
En Haití los esclavos bajo el mando del Papalua Boukman se levantaron contra el régimen trances, y antorchas en manos incendiaron las plantaciones de los blancos en el Guarico Francés.
Cientos de franceses y españoles huyeron de Haití y Santo Domingo. Muchos llevaron consigo capital y sus fieles esclavos.
Las plantaciones de azúcar de la colonia azucarera más rica de América quedaron hechas cenizas.
La industria sacarina que había estado en decadencia en la Isla de Puerto Rico sufrió un cambio fundamental. Al detenerse la producción de azúcar en Saint Dominique se creo una falta de azúcar en el mercado mundial y un alza en su precio.
España había abolido el monopolio mercantil y buques norteamericanos comenzaron a utilizar temporeramente el puerto de la Habana y luego el de P.R. Para la Isla representaba una vía hacia el progreso. Se intercambiaban harinas, maderas, tejidos y negros esclavos por mieles, azúcar y café.
Mientras la Revolución Haitiana bajo el mando de Joussaint L'Ouverture reconstruya su gobierno, otras islas vecinas buscaban imitarla rebelándose los esclavos en Santa Lucía, Guadalupe, Cuba y Venezuela. El temor de que en algún momento lo mismo aconteciera en Puerto Rico creó lo que se conoce como el "síndrome haitiano".
El Gobernador de la Isla don Ramón de Castro tomó serias precauciones y se redoblo la vigilancia en los puertos.
Los propietarios de haciendas fueron alertados a tener en sus casas machetes, escopetas, cuchillos por si se rebelaban los negros.
Muchos de los emigrados de Haití y Santo Domingo se refugiaron en la Isla, estableciendo residencia en la parte noroeste de Puerto Rico, región de Aguadilla.
En octubre de 1795 se produjo una insurrección en Aguadilla. En 1800 al solicitar el cargodeTeniente a Guerra, Conti agrego:
"En el ano '95 se formo en aquel Pueblo (Aguadilla) una conspiración de negros esclavos que a imitación de los del Guarico, colonia francesa, trataban de asesinar a media noche
a todos los blancos; pero sus acertadas providencias (las de Conti) continuas fatigas en noches enteras, lograron disiparlas con la muerte del negro principal promover, y prisión de veintiuno de los demás cómplices..." ("Primeras Resonancias de la Revolución Haitiana en Puerto Rico, 1791-1795" A. Morales Carrión.
En 1809 don Andrés de la Rosa, un rico hacendado aguadillano, comunico a los dos alcaldes ordinarios de San Juan, don Pedro Irizarry y don Fernando Dávila que en el distrito de la villa y en las inmediaciones de Aguadilla, "se había propagado unas voces entre diferentes mulatos y negros esclavos de que había venido a esta Isla una real Cedula en que su Majestad concedía libertad a todos los referidos esclavos, la que se había ocultado por parte del gobierno y demás magistrados, por que se trataba de reunirse un numero de ellos para presentar al gobierno y reclamar la libertad" ("La Revolución Haitiana y el Movimiento Antiesclavista en Puerto Rico", Dr. A. Morales Carrión.
Don Andrés levanta una querella para encontrar a los culpables y considero como "perversa cizañita sembrada acaso por algunos de nuestros enemigos encubiertos" y se daba el serial de alerta para que se lograra extinguir el principio de perturbación si hubiese llegado a la ciudad" (Actas del Cabildo de San Juan 1809-10) San Juan.
Aguadilla volvía a ser centro de rebelión. Era conocido que el gobierno haitiano solfa enviar agentes para sublevar los esclavos en las haciendas de la Isla, como lo había hecho en las islas vecinas.
El síndrome haitiano no fue otra cosa que el temor a que algún día el negro se levantara contra el blanco, y terminara con sus vidas, poderío y haciendas. Fue en parte ese miedo el que ayudo a fortalecer el pensamiento abolicionista entre los hacendados.
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